Para leer al anochecer
Charles Dickens
Relatos cortos de terror
Editorial Impedimenta
ISBN – 978-84-937601-0-6
Año de esta edición 2013
Páginas 236
BREVE RESEÑA: No es necesario decir que siendo una edición de Impedimenta, cumple con todos los requisitos de calidad esperados: buena maquetación, buena impresión, papel de primera calidad… En cuanto al contenido, tiene también su interés por tratarse de obras muy poco conocidas de Dickens. Una selección de distintos relatos extraídos de fuentes diversas para una edición de 2009.
El ejemplar que he leído está identificado en la faja exterior como 8ª edición, aunque en realidad sigue siendo una primera edición (octava reimpresión).
Los textos poco tienen que ver con las novelas más conocidas de Dickens, pero tienen su interés por el aroma a época que desprende cada uno de ellos. Recomendable especialmente para nostálgicos y aficionados a los clásicos o para coleccionistas de textos poco conocidos. Una pequeña joya de biblioteca con traducción actualizada.
SINOPSIS: Para leer al anochecer presenta trece de las más célebres y espeluznantes historias de fantasmas escritas por Dickens —El fantasma en la habitación de la desposada, El juicio por asesinato, El guardavías, Fantasmas de Navidad, El Capitán Asesino y el pacto con el Diablo, La visita del señor Testador o La casa encantada, entre otras—, en una nueva traducción al castellano. Villanos que mueren ahorcados, mujeres misteriosas que encargan retratos desde el más allá, marinos desaparecidos que hacen visitas inesperadas a los vivos, viajeros victorianos que se encuentran con siniestros niños en oscuros caserones… Puro talento gótico.
BIOGRAFIA: Charles Dickens nació en Portsmouth en 1812, aunque pasó la mayor parte de su infancia en Londres y Kent.
No empieza a acudir al colegio hasta los nueve años. Tras el encarcelamiento de su padre por el impago de deudas, su familia se traslada a la cárcel, ya que la legislación de la época permitía que los familiares compartieran la celda del moroso. El joven Dickens se ve obligado entonces a trabajar como operario en una factoría de betún para zapatos bajo duras condiciones laborales. Con el dinero que ganaba pagaba su propio hospedaje y ayudaba a su familia. Tras una formación prácticamente autodidacta, consiguió un puesto como secretario de un abogado en 1827, y poco después se convirtió en cronista parlamentario. Gracias a este oficio pudo publicar en 1833 su primera obra, Esbozos, bajo el seudónimo de Boz. En esta línea continuó publicando, hasta que su obra Los papeles póstumos del Club Pickwick lo convirtió en un autor aclamado mundialmente. Que la mayoría de su obra fuera publicada en entregas periódicas le daría gran popularidad e influencia entre el público inglés. Viajó por Europa y Estados Unidos, donde era muy conocido, aunque tras la crítica que realiza del Nuevo Mundo en su novela Martin Chuzzlewit, se ve rechazado por la sociedad norteamericana. Entre sus obras más célebres se encuentran Oliver Twist, Canción de Navidad y, sobre todo, David Copperfield, del que vendería en poco tiempo más de 100.000 ejemplares y que resume de modo magistral sus penurias infantiles. En el ámbito personal disfrutó de un fecundo matrimonio que le aportó diez hijos pero que finalmente se vio perturbado por las relaciones extramatrimoniales que Dickens mantenía con una actriz de teatro. Hombre enérgico y comprometido, compaginó su extensa labor literaria con otros campos de la cultura tales como la dramaturgia y la edición (fue fundador del semanario Household Words, donde publicaría por entregas dos de sus obras más conocidas, Casa desolada y Tiempos difíciles). Administró diversas asociaciones caritativas y luchó por conseguir reformas sociales que favorecieran a las clases obreras, así como por la abolición de la esclavitud en Estados Unidos. Murió en Gadshill Place, el 9 de junio de 1870, tras sufrir una apoplejía. Fue incinerado, y sus restos reposan en la Esquina de los Poetas de la Abadía de Westminster.
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