Lenguaje sencillo no es sinónimo de escritura fácil

Lenguaje sencillo no es sinónimo de escritura fácil

Como en todo lo relativo a la escritura, tanto si hablamos de novelas como si se trata de otro tipo de libros o artículos, hay opiniones para todo, y todas deben aceptarse, aunque algunas, cargadas de prejuicios, son lanzadas sin tener en cuenta cosas importantes. Un lenguaje sencillo no es sinónimo de escritura fácil o de falta de vocabulario, a veces, para poder escribir un texto sin usar palabras rimbombantes o frases retorcidas, se tiene que hacer un mayor esfuerzo que para escribir directamente con cierto tipo de palabras, más de ir por casa.

Utilizar en cada párrafo varias palabras raras o poco usadas, vengan bien al texto o no, no es difícil si se tiene a mano un diccionario de sinónimos, lo cual demuestra también que un libro con muchas palabras complejas, no es sinónimo de que el autor disponga de una riqueza de lenguaje envidiable.

Entre las muchas opiniones y críticas recibidas por lectores de mis libros, hay bastantes que inciden en este punto. Lo curioso es que en unas se me pone por las nubes y en otras, poco menos que se dice que soy analfabeto. Por suerte son más las primeras que las últimas.

En cualquier caso, lo que defiendo yo, es que un libro, para que sea bueno y guste a los lectores, no necesita de un gran número de palabras extravagantes en su interior, ni de frases larguísimas y profundas (muy bien escritas) que muchos lectores tienen dificultad por entender. El autor, puesto a escribir y con todo el tiempo del mundo por delante, puede partir de una frase «normal» y complicarla todo lo que quiera dando muestras así de gran erudición y conocimientos filológicos e idiomáticos. Las preguntas que me planteo son:

¿Es eso necesario?, ¿de verdad muestra una mayor cultura del escritor?, ¿es eso lo que quieren los lectores?

Personalmente lo tengo claro, yo prefiero escribir con un lenguaje sencillo y fácil de leer, un lenguaje que «enganche» a mis lectores en la historia, y quiero también eso, contar una historia, porque muchos libros esconden tras un lenguaje rico y complejo, un contenido vacío en cuanto a historia y trama. Con ello no estoy criticando los libros ni a los autores que utilicen grandes palabras en cada frase, solo digo que si yo no las pongo no es porque no las haya escuchado nunca ni porque no sepa su significado, ni porque no tenga a mano un diccionario de sinónimos (que lo tengo), y repito: Escribir con lenguaje sencillo no es sinónimo de escritura fácil.

En cuanto a recomendaciones en este aspecto a otros escritores, la verdad es que no me atrevo a darlas, cada cual debe usar el lenguaje que crea más oportuno, solo aconsejo (si se me permite) que si se utiliza un lenguaje sesudo, exista un motivo más allá de querer dar la sensación de erudición.

Ramón Cerdá

7 Comments

  1. Eso parece. Creo que un estilo de escritura sencillo, sin excesivas palabras rimbombantes y frases mas bien cortas, lo primero engancha y lo segundo, facilita la comprensión. Que hay muchos que solo escriben para engordar su ego y calzarse una chaqueta de tweed con coderas.

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  2. Más que un diccionario de sinónimos, que también, para evitar repeticiones, creo más interesante saber dar la vuelta a una idea. A mí me ayuda el Diccionario Ideológico de la lengua española de Casares.

    Abrazos.
    Ester

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    • Ramón Cerdá

      Todas las herramientas de ayuda son buenas si son bien empleadas ;-)

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  3. Tienes razón, Ramón, como siempre. El lenguaje sencillo es más fácil de alcanzar que el más farragoso. Creo que los que usan este no es por presumir, sino porque es el que más utilizan, y quizá escriban para un público más selecto. Pero a tenor de lo que dices no puedo dejar de pensar en los cuentos de Óscar Wilde, como “El gigante egoísta” o “El príncipe y la golondrina”, así como el inefable “El principito”, de Antoine de Saint- Exupèry, todos ellos escritos en un lenguaje envidiable por su sencillez. Quizá por eso son tan conocidos y tan leídos.

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    • Ramón Cerdá

      El leguaje complicado no es malo per se, ni yo pretendo insinuar eso. Yo prefiero el sencillo en general, aunque al mismo tiempo me gusten las palabras complicadas y poco comunes. Como en todo, en el equilibrio suele encontrarse lo mejor, pero si algo me molesta es aquel posible lector (pedante sin más) que menosprecie un texto porque sea sencillo porque asocia sencillez a pobre, y a veces es así, es sencillo por pobre, pero tampoco me refiero a ese tipo de texto, sino al que está expresamente elegido por el autor para hacerlo accesible y de fácil lectura. Sencillo y rico a la vez.

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  4. la claridad del concepto o de la explicación es lo fundamental e incluso diría algo en favor de esas palabras poco usadas que de tanto arrinconarse, por no ofender la comprensión del lector, terminan por ser anacronismos en cambio otros prefieren la vulgarizador del lenguaje con lo cual se produce un deterioro grave de la calidad de lo escrito.

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  5. Totalmente de acuerdo. Para escribir no siempre es necesario usar palabras rebuscadas, con un vocabulario simple se pueden construir mundos imaginarios. :)

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