El departamento de homicidios de Lev Demidov

El departamento de homicidios de Lev Demidov
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Un artículo literario de Miguel Ángel Plana

Un artículo literario de Miguel Ángel Plana

El departamento de homicidios (1) de Lev Demidov

Su primera novela, El niño 44, causó un gran revuelo en la Feria del Libro de Londres en 2008. Después de una guerra de ofertas, se vendió a 22 países y Ridley Scott compró los derechos de adaptación, aunque el film ha tardado algunos años en ver la luz.

De madre sueca y padre británico, Tom Rob Smith trabajó en la televisión tras completar sus estudios universitarios y ampliarlos en escritura creativa. Aquella tímida iniciativa como guionista para una serie de corte histórico, más el universo críptico de sus novelas ambientadas en la Rusia de los Soviets, le han hecho volver con más ímpetu al medio que le vio nacer con una serie de espionaje ambientada en su Londres natal.

Tom Rob Smith

Tom Rob Smith

Mientras trabajaba para la BBC se fue documentando para parir su primera novela. El niño 44, se inspirada en el caso del asesino en serie soviético Andrei Chikatilo. Smith logró multitud de premios con su debú.
Si bien sus primeros escarceos literarios en la televisión no se alejan demasiado de las series de médico y hospitales al uso (Doctors, ambientada en un hospital de Birmingham) , y, si bien la primera edición de Archipiélago Gulag vio la luz en su país natal antes de que naciera, una temprana lectura del texto fue lo que le marcó para escribir sus novelas protagonizadas por Lev Demidov y el convulso marco histórico, social y político de la Unión Soviética antes de la caída del muro. Sus historias pretenden ser un ambicioso fresco que, a través de los ojos de su protagonista, nos muestran esa historia vivida en las carnes de sus propios individuos. Para ello ha sabido conjugar la literatura de espías con la policial. No cabe duda de que no es el primero, ni posiblemente será el último. A la memoria me viene la extraordinaria y exitosa novela de Martin Cruz Smith, Gorky ParkGorki Park, y sus historias protagonizadas por Arkady Renko. Es interesante la comparativa puesto que Cruz Smith ya mantiene (a través de sus personajes rusos) el supuesto de que los asesinos en serie son un mal capitalista, algo que también postula la primera novela de Demidov y, por supuesto, las autoridades de la época de los crímenes de Chikatilo (inspiración del asesino en serie de El niño 44), algo que, por lo demás, impidió la captura del criminal antes de lo debido y le permitió cometer más tropelías.
Como ya hemos avanzado la primera novela de trilogía está ambientada en la época de auge y caída del stalinismo y su complejo entramado político y social, de servicios secretos y represalias gubernamentales, con un prólogo sobre las consecuencias y la supervivencia en la Segunda Guerra Mundial. Con un aparato de gobierno totalitario y centrado en el culto a un hombre, donde se detallan todas las miserias y tragedias del pueblo llano, e incluso la paranoia de los altos cargos que no dejaban títere con cabeza. Una atmósfera terriblemente claustrofóbica y dramática, donde Lev Demidov tiene que luchar contra camaradas envidiosos de su éxito y contra un sistema que se niega a creer en la existencia de un asesino en serie. Tras la resolución satisfactoria del caso le premian, para tenerlo callado, con la creación de un departamento especial, a su cargo, dedicado a investigar estos casos. Pero el pasado no tardará en hacer acto de presencia, tras la caída de Stalin, y, en plena guerra fría, Demidov tendrá que responder de muchos actos de los que hace tiempo se arrepintió.
Prácticamente el mismo año de su publicación, el primer libro vio la luz en nuestro país, de la mano de Espasa. El texto es duro de leer, pero adictivo. Con unos personajes muy bien definidos y un ritmo trepidante y frenético, con diversos giros argumentales que la hacen todavía más interesante.
PrimeraLa siguiente novela, originalmente de 2009, El discurso secreto, se editó en España un año más tarde, también por parte de Espasa.
DosDurante el mandato de Khrushchev, el nacionalismo sufrió un duró conflicto interno entre la asunción las lacras del stalinismo y su permisión por parte de la ciudadanía y la clase dirigente. Ese conflicto interno, metafóricamente manifestado a través de un «discurso secreto», hace también mella en Demidov, con su pasado a cuestas y su futuro familiar. Sus violentas acciones y crímenes anteriores, pasarán factura. Como metafóricamente sucedería con el gobierno anterior. Las críticas no fueron tan buenas y fue acusado de rutinario y confuso. Es posible que esa sea la razón por la que la última entrega de la serie, Agent 6, escrita en 2011, no haya visto todavía la luz en castellano. Nos encontramos ante un texto y una trama más compleja que en las anteriores historias, con elementos que, buceando en la política de los tres últimos decenios, veremos que aunque aquí sean meramente unos apuntes anecdóticos, aunque con peso en la trama, irán perfilando, en realidad, el futuro de la Unión Soviética.
Su última novela hasta la fecha, y ya alejado de la saga Demidov de la que, no dudamos, habrá más entregas, ha sido The farm, muy en la línea de John Le Carré, otra de sus influencias más patentes. Pendiente de ser publicada en nuestro país, la crítica la ha recibido con muy buenos adjetivos.
Un Tom Hardy en alza es Lev Demidov. Respecto a la adaptación cinematográfica de El niño 44 hay que decir que, pese a haber sido guionizada por el excelente novelista y guionista Richard Price (2), no le hace justicia, y precisamente por la pretendida fidelidad al texto original, por haber querido ser tan rigurosa. Sabíamos también que no iba a ser la típica historia de psychokiller, ni una biografía al uso de Chikatilo (3) (ahí está la modélica Ciudadano X) (4). Rob Smith crea, a lo largo de su saga, y con la coartada criminalística de fondo, un profundo y fiel reflejo del marco político-social de finales del stalinismo hasta la caída del muro y más allá… Price, sin embargo, no profundiza en ese

El auténtico Chicatilo

El auténtico Chicatilo

mismo discurso, elabora una serie de tópicos de la guerra fría y centra la historia en la peripecia vital del matrimonio empeñado en capturar al asesino a toda costa, siendo perseguidos enconadamente, a su vez, por un rival de Demidov, que envidia y codicia lo que tiene y tuvo. Lo mejor de la función es la interpretación de Noomi Rapace, cada vez más suelta y madura como intérprete. Y, por supuesto, el gran Gary Oldman, últimamente veterano secundario, totalmente desaprovechado como personaje. No se nos cuenta nada sobre el asesino, es una sombra, no sabemos nada de él, ni lo que hace por qué lo hace… Y, lo peor de todo, es que la supuesta relación entre asesino y perseguidor, está apenas esbozada y carente de clímax en el reconocimiento-encuentro final. Me decepcionó. Eso sí, no cabe la más mínima duda que Tom Hardy es el actor de moda. No es un thriller, no es un policíaco, no es un film político discursivo, es un poco de todo y mucho de nada, se queda a mitad de camino.

 

(1)  Idea también aprovechada por gran parte de la narrativa policíaca nórdica actual.  Con la diferencia de que, si en estos casos, imita al género americano, con el protagonismo desigual de diversos agentes, en el caso de Rob Smith, podríamos decir que su hombre-orquesta se acerca más al clasicismo de la novela negra (una especie de detective privado, con pocos medios e ingenio, en lucha sólo contra el sistema).

(2) Las pandillas del Bronx, El color del dinero…

(3) En cualquier web dedicada a estos menesteres puedes encontrar la biografía y los crímenes de Chikatilo.

(4) Realizada para la televisión en 1995, bajo la dirección de Chris Gerolmo y con la interpretación de Donald Sutherland, Max Von Sydow, Stephen Rea, Joss Ackland y Jeffrey DeMunn.

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