Un hombre sencillo, de André Baillon

Un hombre sencillo, de André Baillon

Novela

Errata Naturae

ISBN – 978-84-16544-04-2

Año de esta edición 2016

Páginas 190

un hombre sencilloBREVE RESEÑA: André Baillon fue una persona atormentada que ya, desde bien joven, había intentado quitarse la vida en más de una ocasión. Finalmente lo consiguió con una sobredosis de somníferos en 1932 cuando contaba cincuenta y siete. Hombre fracasado desde siempre, solo conoce un cierto éxito en su vida gracias a la literatura a partir de los cuarenta y cuatro años. Después de ese breve y moderado éxito acaba ingresado en un hospital psiquiátrico. Un hombre sencillo es fruto de aquella estancia, por lo que se supone que en gran parte es biográfica, o al menos está inspirada en sus propias experiencias.

El mismo autor confiesa que el libro «no aspira a ser literatura: humildemente aporta algunas páginas más a la eterna historia del sufrimiento humano […] se trata de un acto, del mismo modo en que lo serían un examen de conciencia o una confesión […] Un hombre se busca a sí mismo y se expresa».

No es una novela fácil de leer, aunque sí interesante por la profundidad psicológica del personaje. El autor desarrolla la historia a través de su personaje principal que, mediante cinco confesiones (las cinco partes con las que se divide el libro) al médico del psiquiátrico, cuenta todos sus problemas. Las cinco confesiones tienen extensiones muy dispares; dos de ellas ocupan la casi totalidad del libro, siendo las otras tres mucho más cortas.

SINOPSIS: Un hombre quiere escribir, pero no puede. Nada hay de extraor­dinario en esto, es casi demasiado banal. Un hombre quiere llevar una vida tranquila, amar a su mujer, llevar dinero a casa, pero no puede. Tampoco esto es extraordinario, sucede a menudo. Un hombre quiere encontrarse, aferrarse al sentido de la vida, atrapar la verdad, su verdad, pero no puede. Y, bien, a quién no le ha pasa­do esto, es una lucha común… Jean Martin quiere concentrarse, escribir, amar, mas todo se diluye, se vuelve confuso: se encierra en su habitación, pero cada ruido es un martirio que le agujerea el cerebro, cada trámite se vuelve insoportable… Tal vez debería irse al campo, París resulta agotador… ¡Al campo se ha dicho! Alquila una habitación, pero sigue habiendo ruidos, distracciones, viene a visitarlo Michette, la hija de su mujer, una tentación demasiado turbadora: esa piel joven, esa ingenuidad malévola. Todo gira, los escrúpulos se desdibujan. ¡Hay que purificarse! La comida es el enemigo número uno: ¿ingerir algo? ¡Dios nos libre! Bajo la cama un hombre se esconde para tirarle del pie. ¡Él sabe que no está ahí, ese hombre no existe! Pero tirarle, bien que le tira.

BIOGRAFIA: (Amberes, 1875 – Saint-Germain-en-Laye, 1932)

Antes de los seis años, Baillon pierde a sus padres y a su hermano. Queda bajo la tutela de una tía autoritaria, más tarde vive en estrictos internados jesuitas y va a la universidad, donde obtiene brillantes resultados en los estudios de ingeniería. A los veintiún años, tras una ruptura amorosa, se tira al mar. Lo rescatan. Renuncia a su oficio, se hace anarquista, comienza a vivir con la antigua prostituta Marie Vanderberghe (protagonista de una de sus novelas), dilapida su herencia en el casino de Ostende… Abre un café en Lieja, vende carbón en Forest, cría pollos en Westmalle. Fracasa en todo. Tras la publicación de algunos textos sueltos en revistas, lo contratan como redactor nocturno de un periódico bruselense. Finalmente, a partir de 1919, ya a sus cuarenta y cuatro años, pasa varios años escribiendo sin parar, de los que resultan sus primeras obras, como Histoire d’une Marie, En sabots, Zonzon Pépette, Délires… Tiene éxito, es conocido, pero su vida no mejora. Después de un calamitoso menage à trois, ingresa por primera vez en el hospital psiquiátrico y recibe su primer premio literario en la cama del hospital. Tras su estancia allí, escribe tres novelas más: Un hombre sencillo, Le Perce-Oreille du Luxembourg y Chalet. Aparecerá entonces en su vida Marie de Vivier, escritora también y admiradora de su trabajo: vivirán una apasionada historia de amor, preñada de desencuentros, rupturas, intentos de suicidio conjuntos o por separado. Baillon ingerirá finalmente una sobredosis de somníferos el 10 de abril de 1932 que acabará con su vida.

@lecturaderamon
@ramoncerda

Leave a Reply