El viejo y el mar

El viejo y el mar
Reseña escrita por Telmo Ródenas

Reseña escrita por Telmo Ródenas

Ernest Hemingway

Grupo Editorial Tomo

ISBN: 970-666-022-4

Año de esta edición: 2010

Páginas: 108

 

 

el viejo y el marBREVE RESEÑA: Me ha encantando esta pequeña novela —o relato largo— llena de sentimiento. Utilizando un lenguaje conciso, sin adornos, crea una trama aparentemente sencilla, en la que sin embargo aborda multitud de temas, con una ternura que la convierte en obra maestra: la resistencia a la adversidad del anciano pescador que, tras ochenta y cuatro días sin atrapar ni un pez, sigue y sigue intentándolo sin desfallecer, solo por una cuestión de dignidad; la sincera amistad con Manolín, el muchacho que no le quiere abandonar de ninguna manera, pese a la opinión de sus padres; la lucha del hombre contra la naturaleza, encarnada en la nobleza de la eterna pelea con el increíble pez espada. Y para terminar, el triunfo y el fracaso unidos en el desenlace.

En la inmensa soledad del mar, Santiago, el protagonista, nos muestra sus debilidades, que van aumentando según avanza el relato. Un hombre en el tramo final de su vida, al que incluso comer ya le mortifica. «Todo en él era viejo, salvo sus ojos», nos cuenta el autor. Pero esta historia nos demuestra que incluso en esas condiciones pelear es la mejor opción.
Hace ya un tiempo leí Adiós a las armas y Por quién doblan las campanas. Sin disgustarme, no me resultaron tan convincentes como El viejo y el mar.

«Me estás matando, pez —pensó el viejo—. Pero tienes derecho. Hermano, jamás en mi vida he visto cosa más grande, ni más hermosa, ni más tranquila, ni más noble que tú. Vamos, ven a matarme. No me importa quién mate a quién».

SINOPSIS (ATENCIÓN SPOILER): Un viejo pescador de La Habana lleva ochenta y cuatro días volviendo a casa de vacío. Obstinado por cambiar su suerte, consigue atrapar un inmenso pez espada, y mantiene con él una lucha épica, mar adentro. Finalmente, el pescador gana, pero en el camino de vuelta los tiburones devoran poco a poco al gran pez, llegando a puerto con la espina como única señal de su hazaña. Sin embargo, eso le vale para recuperar el respeto de sus compañeros.

BIOGRAFÍA: Ernest Miller Hemingway nació en un suburbio de Chicago en 1899. No tuvo la infancia más feliz. Entre otros desórdenes, su madre, a la que reconoció haber llegado a odiar, le vestía de niña. Contra la voluntad de sus progenitores renunció a los estudios de música y a ir a la universidad, decidiendo trasladarse a Kansas e iniciando así su carrera como reportero. Vivió la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias en el frente italiano, resultando herido. Retornó a EEUU para continuar su trabajo como periodista, hasta que viajó a París, donde conoció el ambiente bohemio de la época. Allí empezó a adquirir fama como novelista. Pertenece, junto a Steinbeck, Fitzgerald, Faulkner y otros, a la llamada Generación Perdida. Participó también en la Guerra Civil Española, simpatizando con el lado republicano. Vivió intensamente, viajó por todo el mundo. Le gustaban el boxeo, los toros, la pesca, el futbol americano. Se casó cuatro veces. Bebía en exceso. En realidad, todo era excesivo en él.

Dentro de su producción, en la que también son importantes los relatos, destacan Fiesta, Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas y la aquí reseñada El viejo y el mar, por la que recibió el Premio Pulitzer en 1953. Un año después fue galardonado con el Nobel de Literatura. En toda su obra, de notable sensibilidad, queda reflejada una existencia llena de aventuras, donde el valor y la nobleza son importantes.

Aquejado de múltiples problemas mentales, que también afectaron a mucha parte de su familia, murió por decisión propia el 2 de julio de 1961.

@lecturaderamon

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