by Ramón Cerdá | May 3, 2014 | Blog, Consejos para escritores |
Si quieres dedicarte a escribir, no olvides LEER, LEER, LEER…
No se trata de que debas o quieras copiar a los demás, se trata de que leer es la mejor manera de aprender a escribir. He conocido a gente que quería dedicarse a escribir y que apenas había leído unos pocos libros en su vida. Eso no es posible, o al menos yo no lo veo viable de ninguna de las maneras; es una contradicción por sí misma. Aprenderás mucho más leyendo libros que acudiendo a clases teóricas de escritura.
Personalmente creo que leí mi primer libro de los de verdad, de los «de mayores», a los ocho años; puede que antes. Se trataba de El Conde de Montecristo en tres tomos rojos encuadernados en tapa dura con inserciones doradas en las tapas, papel crema basto, reseco y oscurecido por los años, con letra pequeña, casi minúscula y sin ilustraciones, ni siquiera en la portada. Olía a polvo, todavía recuerdo ese aroma, mezcla de papel, tinta y tiempo. Era de mis padres y llevaba muchos años en casa, seguramente mucho más tiempo que yo, pero creo que fui el primero que se adentró en sus páginas. Me sumergí de inmediato y por completo en las tribulaciones del personaje principal: Edmundo Dantés, y estoy seguro de que ese libro fue la primera semilla de mi futuro novelístico. Luego seguí leyendo algunos libros de aventuras cuyos títulos no recuerdo, y sobre todo literatura juvenil, ilustrada o no, y cosas de poca enjundia. Creo que fue en 1977 cuando definitivamente me incliné por la novela contemporánea y casi todo lo que leía iba en esa línea. Los libros que más me influyeron en esa segunda época literaria de mi vida fueron Tiburón de Peter Benchley y Pelham Uno, Dos, Tres de John Godey, libros que leí en aquel verano del 77 y he releído varias veces porque para mí siempre serán fundamentales, y no porque sean ni mejores ni peores que otros, sino porque son los primeros que me impresionaron y marcaron a fuego mi alma de novelista. Actualmente yo puedo leer entre setenta y ciento cincuenta libros al año, solo alguno de los cuales calificaría de muy bueno, unos pocos no pasan de ser interesantes, y muchos son los que apenas me aportan nada, además de algunos sencillamente nefastos, pero incluso esos que no me aportan casi nada, dejan algo dentro de mí, y de todos se acaba teniendo una influencia —no siempre positiva—.
Soy de los que piensa que cuando uno escribe una novela, en esa novela siempre hay algo de los últimos cien libros leídos, alguna pincelada, alguna expresión, algún giro en uno de los personajes, una sonrisa, una lágrima, una sensación…
Si no estás dispuesto a dedicarle muchas horas a la lectura, de manera continuada, dudo mucho que tu verdadera vocación sea la de escribir. Por eso este es siempre mi primer consejo para los que me preguntan sobre qué tienen que hacer para convertirse en escritores.
No me canso de repetirlo: Si quieres dedicarte a escribir, LEE.
@lecturaderamon
@ramoncerda
by Ramón Cerdá | May 1, 2014 | Blog, Consejos para escritores |
«Para escribir no hay más que tres reglas, pero nadie sabe cuáles son». Somerset Maugham
Hace algún tiempo una amiga a la que conocí gracias a Facebook, me pidió que resumiera en un breve decálogo mis consejos para otros escritores. La petición me pilló un poco de sorpresa porque nunca había pensado en ello de manera analítica, y tampoco pensé que a nadie le importara mi opinión sobre el tema, pero lo cierto es que me bastaron unos minutos para mirar dentro de mí y sacar mis conclusiones al respecto. Los siguientes diez puntos son los que textualmente le remití en aquella ocasión para que los publicase en su blog: 1.- Si quieres dedicarte a escribir, no olvides LEER, LEER, LEER. 2.- Cuando escribas un libro, revísalo y luego déjalo reposar un tiempo. Es interesante verlo desde otra perspectiva antes de la corrección definitiva. 3.- Como escritor, tu meta será la de publicar, pero que no te obsesione. Aunque no publiques inmediatamente tu primer libro, sigue escribiendo otros. 4.- Nunca abandones ni dejes de escribir. Te arrepentirás. 5.- Que no te obsesionen las florituras. Escribe como eres. Ya irás mejorando tu estilo con el tiempo, pero para ello, recuerda el punto 1 de este decálogo. 6.- Acepta las críticas de tus lectores, pero no quieras cambiar cada vez que alguien te diga que no le gusta algo de lo que escribes. No pretendas conseguir el libro perfecto que les guste a todos. Ten en cuenta las críticas, pero no pienses que todo el mundo es experto menos tú. 7.- Promociona tus obras por tu cuenta. Prepara tu propia página web, hazte un perfil en Facebook y/u otras redes sociales. Publica un blog… Que no te avergüence escribir ni hablar de ello. 8.- Envía tus manuscritos a editoriales y no desesperes cuando te los devuelvan. A veces te darás cuenta de que ni siquiera se los han leído y ya te los habrán rechazado. Será frustrante solo si tú dejas que lo sea. A tal efecto mira las condiciones de las editoriales; algunas de ellas no quieren el manuscrito completo sino que quieren una sinopsis y un par de capítulos. Te parecerá una tontería —a mí siempre me lo ha parecido—, pero es la única forma de que te acepten al menos leer algo. Al final tampoco suele servir de nada, pero no dejes de intentarlo y volverlo a intentar. 9.- Preséntate también a concursos literarios aunque pienses que tus obras no alcanzan la calidad o requisitos necesarios. Precisamente en los concursos literarios siempre habrá alguien que te lea. Si no ganas, nadie sabrá que te has presentado 10.- Cada uno tiene su estilo, pero yo personalmente recomendaría que trabajaras a los personajes. Dales vida y ellos mismos te ayudarán en el desarrollo de tu novela. Acabo de releerlos y me siguen pareciendo apropiados. Creo que tuve un puntito de inspiración en el momento de redactarlos y plasmé en síntesis lo más importante. En un próximo post incluiré algunos más que escribí posteriormente, y también los iremos analizando uno por uno. @lecturaderamon @ramoncerda
by Ramón Cerdá | Apr 27, 2014 | Blog, Consejos para escritores |
En más de una ocasión he comentado no ser partidario de los talleres de escritura, lo cual no quiere decir que los desaconseje en todos los casos; solo matizo que en muchos de ellos, a los autores se les quiere inculcar un modo encorsetado de enfrentarse al proceso de escribir, y eso no es bueno. Se quiere dar a entender que solo hay una forma de hacer las cosas, como si el hecho de escribir una novela tuviera que seguir una norma matemática o una fórmula científica. El problema, a veces también está en quien se apunta a uno de esos talleres pensando que ahí aprenderá a escribir su novela… Está claro que se le podrán dar algunos consejos, eso es evidente (a veces buenos y otras no tan buenos), pero el asistente al taller no puede esperar salir de allí con la fórmula mágica bajo el brazo para escribir su primer superventas.
En este blog yo también me atreveré a dar mis consejos, pero insisto ya desde el principio que se trata de eso, de consejos, basados en mi experiencia personal y que no tienen por qué ser siempre válidos para todos los demás. Cada cual debe empezar a escribir desde su propia perspectiva e ir experimentando. Oír los consejos de los demás siempre será positivo si uno tiene un mínimo de espíritu crítico que le permita discernir entre lo que le interesa aplicar y lo que no. Desde esa filosofía me he embarcado en este nuevo blog. Una de las cosas que defienden muchos escritores (y numerosos talleres de escritura) es que se necesita trabajar en una estructura detallada de la novela antes de empezar a escribirla, que si el guion, que si la escaleta… que si el estudio en profundidad de los personajes… todo eso está bien, pero no es la fórmula mágica que muchos buscan. Hay otra corriente de autores (entre los que me incluyo), que no trabajan de ese modo sus novelas. ¿Es incompatible una cosa con la otra? Entiendo que no, incluso un mismo autor puede, en un momento dado escribir una novela de un modo y hacer algo radicalmente distinto en el siguiente. Lo que quiero decir es que la escaleta y el estudio de personajes no es algo imprescindible, y no solo eso, sino que a veces puede convertirse en el peor enemigo del escritor.
Dicho esto, tampoco quiero desacreditar esos métodos; métodos que pueden irle muy bien a unos… pero no a otros.
Mi consejo es que como escritor, experimentes de todas las maneras posibles hasta encontrar tu método… el tuyo y no el de los demás, como encontrarás tu estilo propio con el tiempo.
Talleres de escritura – A continuación, he extraído algo relacionado con este asunto, de mi libro Quiero ser novelista… independiente, que creo que puede interesar:
Siempre me he considerado una persona autodidacta, y todo lo que he hecho en mi vida ha sido por iniciativa propia siguiendo unos caminos que a veces otros habían abierto y recorrido antes, y a veces yo mismo los he ido abriendo o bifurcando, pero tanto en unos casos como en otros, sí que puedo decir con orgullo que los he recorrido siempre a mi manera, con mi propio bagaje, intentando llevar conmigo el menor número posible de molestos e innecesarios prejuicios. Puedo haberme equivocado, corrijo, me he equivocado en muchas ocasiones, pero he sabido rectificar, al menos tantas veces como me haya podido equivocar previamente. Soy de los que piensa que también de los errores se aprende, y de los que cree que, se aprende más tentando al destino que siguiendo pulcramente las instrucciones de los demás. ¿Quiere eso decir que desprecio a los maestros o a aquellos de los que se puede aprender? Para nada, si fuese así tampoco estaría escribiendo este libro. Creo que las experiencias de los demás nos pueden ser muy útiles y nos pueden ahorrar mucho trabajo, pero en esto hay que tener un gran cuidado, porque si nos limitamos a seguir el camino abierto por otros, nunca descubriremos nada nuevo y el mundo detendrá su evolución.
Alguien dijo una vez: «si únicamente sigues el camino trazado, solo llegarás a donde otros ya han estado».
Todos tenemos la obligación de curiosear a nuestro alrededor, de buscar puertas olvidadas o atrancadas, de abrirlas o incluso forzarlas, y ojear en el otro lado, de atrevernos a experimentar y de poder analizar todo eso para seguir evolucionando como personas. En otras palabras y como dijo alguien hace mucho tiempo: «si te dan papel pautado, escribe por el otro lado».
Tampoco quiero decir con todo esto que no vea útiles, hablando del mundo literario, los talleres de escritura, aunque yo nunca he participado en ninguno ni tengo previsto hacerlo en el futuro. Personalmente soy de experimentación y praxis, y no me gustan las teorías, no me gusta verme limitado, y siguiendo esa vena autodidacta que me inquieta, he preferido lanzarme al ruedo como espontáneo antes que como torero; no sé si al final tendré que comprarme el traje de luces o no, pero de cualquier modo, habré toreado, y discúlpenme por el símil los antitaurinos, pero es el primero que me ha venido a la cabeza.
Así que ahora, apenas comenzado el libro, llega el primer desengaño para el lector: no voy a hablar de los talleres de escritura en este libro. Solo decir que existen, que puedes buscarlos por internet y puedes participar en tantos como quieras, y posiblemente aprendas mucho de ellos, unos son gratuitos y otros no. Unos consejos al respecto:
1.- No creas todo lo que te digan en ellos.
2.- No permitas que limiten tu imaginación ni tu forma de ver lo que puedes plasmar en un libro escrito por ti.
3.- Experimenta por tu cuenta, no te dejes encorsetar ni permitas que apaguen tu imaginación, sería un error que podría no tener marcha atrás.
Personalmente pienso que un novelista —permíteme que a lo largo del texto utilice este término como sinónimo de escritor— no se fabrica, por supuesto puede y debe mejorar con el tiempo, pero es algo que uno lleva implantado en algún oscuro rincón del cerebro a modo de un chip de iridio de origen alienígena desconocido, y creo que se nace con ello, lo que ocurre es que uno a veces tarda años en darse cuenta de que lleva dentro de él ese minúsculo implante que le permitirá crear sus propias historias y compartirlas con el resto del mundo. Pero si eso no está dentro de ti, aunque esté muy escondido y sea minúsculo, ningún taller de escritura podrá dártelo. Es algo que no se puede comprar ni regalar.
¿Te he desanimado con mis palabras? Espero que no. Si tienes la inquietud de escribir es porque de un modo u otro esa semilla ya está en tu interior —supongo—, solo debes dejar que aflore, buscarla si es necesario. Seguro que ese maldito chip lo tienes escondido por alguna parte. Escarba hasta encontrarlo.
@lecturaderamon
@ramoncerda
by Ramón Cerdá | Apr 20, 2014 | Blog |
Desde aquí les quiero dar la bienvenida a todos aquellos amantes de la escritura, y por supuesto de la lectura, porque una cosa no puede ir separada de la otra, nadie puede pretender dedicarse en mayor o menor profundidad a escribir sin ser un gran lector. Este Blog que hoy empieza no será una publicación separada, será un Blog completamente integrado en lalecturaderamon.com, un lugar donde se pueden encontrar reseñas de libros, donde puedes enviar el tuyo para que te lo reseñe, un lugar donde incluso puedes publicar tu libro, ver convertido en realidad tu sueño, un lugar donde puedes comprar y vender libros… en definitiva, un pequeño oasis literario.
Dentro de este concepto integrado de lalecturaderamon.com nace el Blog; un Blog distinto al que vengo publicando desde hace años en elblogderamon.com, que, aunque incluye algunas reseñas de mis libros y mis novedades editoriales, es más bien un Blog con conceptos más empresariales, un Blog muy crítico con las Administraciones Públicas y en especial con Hacienda. En definitiva, poco que ver con este que estará centrado en consejos para escritores noveles, opciones de publicación, consejos para blogueros, artículos literarios y otras cuestiones relacionadas con los libros.
Así que os doy la bienvenida a todos los que me queráis seguir en esta nueva aventura donde también habrá cabida a vuestras consultas y vuestros comentarios. Pero los que ya me seguís en elblogderamon.com, no dejéis de hacerlo porque ambos Blogs serán distintos y complementarios, en ningún modo este va a sustituir al anterior.
El objetivo inicial no es publicar un artículo diario como en mi otro Blog, las publicaciones serán algo más espaciadas, pero la evolución dependerá de muchos factores, y en especial de vuestra colaboración, de que queráis hacer este viaje conmigo.
Aquí daré eco también a vuestras experiencias literarias, ¿Os ha publicado alguna editorial? ¿Estáis satisfechos con ella? ¿Os habéis autopublicado? ¿Preferís los libros en papel o los libros electrónicos?
De momento, si os habéis pasado por aquí es casi seguro que sois amantes de la escritura, así que…
¡Nos leemos!
Ramón Cerdá